Ir al contenido principal

A la orilla de la Chimenea ...


"Soñar no sirve" dijo aquel tardío adolescente sin pensarlo dos veces. Seguidamente introdujo una gran bocanada de aire en sus jóvenes pulmones y colocó en su cara esa sonrisa amable, cómplice y cercana de los sábados por la mañana.
Nunca se atrevió a volver la vista atrás para hablar de su pasado, ni siquiera para que yo pudiera entender qué cosas le quitaban el sueño.Sólo sé que lleva a rastras, incrustado en su espalda, el horario de un maquinista de tren, que pasa cada día por la estación de los bocadillos de tortilla, al son de la flauta de las seis-treinta. Sólo se, que está cansado de aquellos rostros que vio desaparecer de su vagón, que abandonaron la estación antes de que él terminara su turno.

Comentarios

  1. a la orilla de la chimenea, no me jodas. Tengo que estar estudiando pero el retrato esculpido del rey del rock en una taza me trajo a la memoria una pequeña sonrisa, una pequeña nota musical y una pequeña cursilada más que no tengo ganas de escupir. No sé cuanto tiempo pasará desde que yo le escriba a mi monitor hasta que tu lo leas, supongo que el suficiente como para que yo me olvide. Estoy bastante cansado y mira que pensaba escribirte algo bonito, tu ya me entiendes. Voy a dormir que si soñar no sirve por lo menos es mejor que madrugar, vale?.Cuidate mucho y todo eso, espero verte mas pronto que tarde.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Via da te

Como en InuYasha, sus ojos ya no eran verdes. Habíamos llegado al punto de no retorno donde todo se ve claro y humanamente triste.  Una cena sin vino, una luz oscura. Silencio. Cruza mi mente un recuerdo antiguo de cuando sus abrazos se sentían ligeros como su alma, libre de cargas. Pero sobre la mesa aquella tarde había una moneda con dos caras y un elefante en la habitación.  Dilo ahora, y todo será más fácil, dijo; y a partir de ese instante su olor comenzó a sentirse lejano y algo desagradable. Lejano y pesado. Ciertamente éramos como gato y ratón, pero aprendí a quererle, o eso pensaba. Crianza consciente de su niño interior a la que debí renunciar hace tiempo.  'Pero te quiere de verdad, y bonito'; me repetía a mi misma cuando no nos encontrábamos aún estando juntos en la misma habitación. Y esa noche escuché como mi inteligencia insultaba. Narciso en la habitación. También vi marchar mi esperanza en aquella relación. Duele saber que alguien se enamoró de ti cuando eras l

Jesús

Hablaba con mi amigo Rafa cuando apareciste por allí. Esperabas a un amigo, pero se que tu presencia respondía a un acto psicomágico entre el destino y mi perseverancia nocturna de pensarte. Llegaste y mi cara cambio por completo. No podía creer en la absurda idea de que la persona que hacía semanas no podía sacar de mi mente estaba justo frente a mi, distraído y buscado una mesa donde sentarse en aquella cafetería costera de mi barrio. -¿Que pasa? -preguntó mi acompañante al ver que me ponía nerviosa sin ninguna razón aparente. - Creo que el chico que tienes detrás…- quise contestar, pero te habías dado la vuelta y no pude más que levantarme y saludar.  Benditos los hombres que aún usan perfume ¡Que maravilloso olor! Pensaba mientras te robaba un abrazo, tan difícil en estos tiempos pandémicos. Te invité a sentarte, pero declinaste la oferta.  Espero que algún día, próximamente, sea yo quien me tropiece con un viejo conocido del instituto, mientras busco una mesa para tomar algo, esta