Ir al contenido principal

La "no importancia" tomó parte en su voz siempre firme y segura, vigorosa, igual que cuando lograba recordar a esa tercera persona al otro lado del espejo, que le acompañaba cada noche en su cama de un solo cuerpo.Solía encontrarla en aquel rincón hacia donde se desvía la mirada cuando se está solo, ese lugar pretenciosamente lejano que se alcanza tocar con la yema de los dedos en contadas veces.
Cierto es para vuestra sorpresa, que se trata de un hombre joven, con edad de amar que desgraciadamente ama a la persona equivocada: como buen mortal.
Aunque para vuestra sorpresa, también es de esas personas que asesinan con la palabra sobre el papel; Personas que solo se descubren cuando el cansancio hace frontera a la luz de la superación.

Comentarios

  1. Este texto es muy bueno. Me gusta. Felicidades, escribes muy bien, Tigrilla. Saludos. ;)

    ResponderEliminar
  2. Algún día te haré una replica de esto, ahora no tengo ganas.

    ResponderEliminar
  3. Nunca le gustó perder.
    Detrás de su voz vigorosa y segura sólo había cientos de miles de traumas, de fobias, de atascos, miedos, reprimendas por cosas absurdas. La penúltima fue de su madre, ponte unos calcetines.
    No hubo crimen desde el papel y nunca domó lo palabra a su antojo. Pocas veces convenció con su discurso a un ser humano normal y mucho menos a una muchachita como tu. Equivocado en el amor era su apellido e idiota que regala libros sobre asesinatos pasionales, su nombre.

    La única verdad que se destila del celeste de tus letras es que existe ese lugar donde desvía la mirada cuando está solo.
    Yo como autor de su autobiografía conozco demasiados detalles y sé que en ese rinconcito, en esas contadas veces que tu cuentas, tu también estas sola . Y ahí, pocas veces, quizá demasiadas, ni yo soy tan gilipoyas ni tu tan imbecil. Tengo sueño chica me voy.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Via da te

Como en InuYasha, sus ojos ya no eran verdes. Habíamos llegado al punto de no retorno donde todo se ve claro y humanamente triste.  Una cena sin vino, una luz oscura. Silencio. Cruza mi mente un recuerdo antiguo de cuando sus abrazos se sentían ligeros como su alma, libre de cargas. Pero sobre la mesa aquella tarde había una moneda con dos caras y un elefante en la habitación.  Dilo ahora, y todo será más fácil, dijo; y a partir de ese instante su olor comenzó a sentirse lejano y algo desagradable. Lejano y pesado. Ciertamente éramos como gato y ratón, pero aprendí a quererle, o eso pensaba. Crianza consciente de su niño interior a la que debí renunciar hace tiempo.  'Pero te quiere de verdad, y bonito'; me repetía a mi misma cuando no nos encontrábamos aún estando juntos en la misma habitación. Y esa noche escuché como mi inteligencia insultaba. Narciso en la habitación. También vi marchar mi esperanza en aquella relación. Duele saber que alguien se enamoró de ti cuando eras l

Jesús

Hablaba con mi amigo Rafa cuando apareciste por allí. Esperabas a un amigo, pero se que tu presencia respondía a un acto psicomágico entre el destino y mi perseverancia nocturna de pensarte. Llegaste y mi cara cambio por completo. No podía creer en la absurda idea de que la persona que hacía semanas no podía sacar de mi mente estaba justo frente a mi, distraído y buscado una mesa donde sentarse en aquella cafetería costera de mi barrio. -¿Que pasa? -preguntó mi acompañante al ver que me ponía nerviosa sin ninguna razón aparente. - Creo que el chico que tienes detrás…- quise contestar, pero te habías dado la vuelta y no pude más que levantarme y saludar.  Benditos los hombres que aún usan perfume ¡Que maravilloso olor! Pensaba mientras te robaba un abrazo, tan difícil en estos tiempos pandémicos. Te invité a sentarte, pero declinaste la oferta.  Espero que algún día, próximamente, sea yo quien me tropiece con un viejo conocido del instituto, mientras busco una mesa para tomar algo, esta